Reflexión
En
este punto quiero detenerme un poco, si hemos venido diciendo que no sólo los
aspectos biológicos y fisiológicos del cerebro son básicos para el aprendizaje,
sino los aspectos sociales, conductuales y las experiencias generadas en el
ambiente, tenemos obligadamente que detenernos a pensar ¿Qué pasa con la estructura cerebral de
aquellos niños, jóvenes y quizá algunos adultos? que pasan tanto tiempo frente
a la computadora, conectados en un mundo virtual, inclusive las redes sociales
virtuales. Por otro lado, hay que detenerse a pensar que si estos niños y
jóvenes están creciendo en un mundo tecnológico, en un mundo virtual, ¿Cómo
están siendo educados? ¿Hay correspondencia entre su entorno, su capacidad
cerebral y las metodologías de enseñanza?
Por
otro lado, los profesores, tenemos que preguntarnos, ¿Cómo estamos enfrentando
la era digital? ¿Está nuestro cerebro adaptado a ese aumento y especialización
de la tecnología? ¿Estamos siendo capaces de reconocer que hoy en día hay una
gran tecnología, a la que le tememos, mientras que nuestros alumnos
prácticamente nacieron con ella?
Hasta
acá, la orientación sería que debemos explorar, utilizar y dominar todo el
campo de lo virtual para la enseñanza, pero también debemos potenciar el campo
de lo virtual para el aprendizaje de los alumnos, y ambos debemos conservar los
aspectos sociales, de relación, comunicación y diálogo que son parte de nuestra
condición humana.
“De nosotros depende
que seamos capaces de modelar y optimizar nuestros circuitos neuronales a
nuestro favor, para que podamos sobrevivir con éxito a la adaptación más rápida
e importante que ha experimentado el cerebro en miles de años de evolución”.
Gary Small
Es
importante conocer cómo están aprendiendo los cerebros de los niños y jóvenes
actualmente frente a la tecnología. No debemos tener miedo, nuestros cerebros
también están cambiando frente a la tecnología. Cada día nuestro cerebro está cambiando.
El
cerebro está hecho para olvidar y tiene una función específica con el sistema
de activación reticular, de filtrar el 99 % de la información que ingresa, esta
capacidad selectiva es la que permite nuestra salud mental.