La implicaciones de lo que hemos venido revisando en el ámbito educativo, están relacionadas con la queja de muchos docentes y que tienen una explicación en los resultados de varios estudios que han evidenciado que los estudiantes, niños y jóvenes de las actuales generaciones no tienen hábitos de lectura, no leen por placer, por cultivar su espíritu.  La tecnología actual les provee de medios más dinámicos, que les hacen también generar emociones, estar vinculados con sus amigos a través de las redes sociales.

Hay una nueva clase de lenguaje en los jóvenes, “mensajeando, googleando, chateando,” mensajes escritos en formas abreviadas o formas que no son conocidas dentro de nuestras formas de enseñanza de la gramática. Estamos avanzando en éstos cambios, que están llegando inclusive a algunos trabajos escritos o en foros virtuales cuando los estudiantes no distinguen entre su lenguaje virtual con sus amigos, de cuando están en una actividad académica.

El captar la atención de los alumnos, se convierte en una gran proeza muchas veces en el salón de clases.